La trayectoria de Daniel Huen está ligada a dos disciplinas tan dispares como complementarias: la natación y la música. Si sus primeros triunfos llegaron de la mano de un deporte que ya contaba con tradición en su familia, la música le conquistó siendo bien “chiquito“ y le ha permitido compartir escenario con artistas de la talla de Juan Gabriel, Lasso o Juan Luis Guerra en su Venezuela natal.
Diez años de carrera musical que han dado como resultado temas como Baila, Si me sigues mirando así o Cuánto deseo, y a los que Huen quiso seguir sumando experiencias. En 2018, trasladó su residencia a España y participó en programa Got Talent (2019), donde alcanzó las semifinales y se ganó el respeto de público y jurado. Un acontecimiento que le animó a dar un paso más en su carrera musical: el resultado es Me Ignoras (2020), un single fresco, bailable y de aires latinos con el que el artista demuestra su versatilidad y se abre camino a un mercado más internacional.
Sobre este último single, su concierto en la sala Morocco de Madrid y sus próximos proyectos hemos hablado con el cantante.
Tu último sencillo, Me Ignoras, comienza con esta frase: ‘A mí no me gusta lo fácil’. Daniel Huen ¿es un chico de retos?
Daniel Huen (D.H.): Sí, a pesar de que en el caso de Me Ignoras esa frase tiene que ver más con el rollo de coqueteo, lo cierto es que la palabra persistencia ha sido parte fundamental de mi vida y mi carrera. Cuando nadaba, al principio siempre llegaba el último y al final terminé siendo campeón nacional de natación. También en la música ha sido un proceso paso a paso y nada ha llegado del cielo, todo ha sido cuestión de constancia y perseverancia. Personalmente no me gusta lo fácil y disfruto más cuando logro algo a pesar de las dificultades y las adversidades.
“Crecí con la natación como parte fundamental de mi vida y me dio mucha disciplina”
¿Qué te ha dado la música y que te ha dado el deporte?
D.H.: Los primeros 20 años de mi vida fueron nadando. Mi tía fue nadadora, mi papá fue nadador y él también se dedicó a ser entrenador de natación; por lo tanto, nos entrenó a mi hermano y a mí. Así que crecí con la natación como parte fundamental de mi vida y me dio mucha disciplina. Me enseñó a ser perseverante, constante y a tener ambición, no solo en el sentido de lograr algo, sino más bien en pensar en cómo conseguirlo.
La música, sin embargo, me ha dado a entender cosas opuestas: por ejemplo, que alguien sea el mejor guitarrista no implica que vaya a ser el más exitoso. Entonces, creo que me he equilibrado con esas dos tendencias. Ambas me han dado cosas muy positivas en mi vida para saber que hay que luchar por lo que se quiere en sus distintas facetas.
Al final las dos disciplinas te han ayudado a crecer y te han convertido en el Daniel que eres hoy. Y claro viniendo de una familia de nadadores, ¿cómo se tomó tu familia que el niño saliese artista?
D.H.: Realmente, en mi familia, mi hermano Gabriel era el más enfocado en la natación. A mí me gustaba y lo hacía, pero siempre estaba presente en paralelo la música. Recuerdo que todos los diciembres en Caracas había estudios intercolegiales que nos daban la oportunidad de crear pequeñas bandas de cada instituto, que iban compitiendo entre ellas para ver cuál era la mejor.
Eso me dio la oportunidad, desde los 15 o 16 años, de subirme a un escenario y me dio las ganas infinitas de ser músico y cantante. Además, en el instituto, también practiqué violonchelo y estuve tocando percusión latina. Así que al finalizar el instituto, me planteé empezar a vivir de la música y, desde ese momento, comencé a cantar todos los fines de semana en bodas y eventos de todo tipo.
¿En qué medida tu traslado a España implicó un “salto” en tu carrera musical?
D.H.: Pues realmente ese no fue el objetivo principal cuando decidimos venir a España. Todo lo contrario, cuando me monté en el avión sentí que la música se quedaba en pausa indefinida y mi objetivo era empezar a trabajar de lo que saliese para dar los primeros pasos de vida en un nuevo país. Aquí he hecho de todo, pero creo que el destino me sonrió y se lo agradezco muchísimo al universo, a Dios o a quién sea que haya puesto su varita y me haya regalado la oportunidad de trabajar con Meteórica y con artistas a los que admiro muchísimo. Ellos fueron los primeros que me tendieron la mano. Y luego también la oportunidad de participar en Got Talent, que fue una ventana importantísima que me impulsó creer que podíamos seguir el camino de la música en España.
¿Qué te llevas de tu paso por el programa?
D.H.: Me quedo con una experiencia increíble, que me voy a guardar en mi corazón y en mi alma por siempre, tanto lo bueno como lo malo. Got Talent me sirvió para entender cómo es la televisión aquí en España. A parte, fue una ventana para que me conocieran muchas personas: venezolanos en España y españoles también que les gustó lo que yo hice. Me atreví a hacer algo distinto, usando el móvil y haciendo algo fuera de lo usual. Fue algo que gustó mucho y que creo que en los próximos shows puede haber sorpresas en este sentido, haciendo un giño a esa aparición en Got Talent.
“Quiero mostrar un poquito de lo que escribo con el alma y el corazón”
Hablando de futuro, ¿qué proyectos tienes a la vista?
D.H.: Lo nuevo va a ser bastante distinto a Me Ignoras. Con esa canción quisimos hacer un tema up-tempo y más bailable; pero también quiero mostrar un poquito de lo que escribo con el alma y el corazón para que la gente conozca mi personalidad plasmada en canciones. Creo que ese va ser el objetivo con los siguientes temas, en los que se descubren un poquito más a los muchos personajes que hay en mi cabeza.
En tu cabeza no, pero en tu mano sí que tienes tatuadas dos palabras importantes para ti. ¿Me explicas su significado?
D.H.: Claro. Una es “Hermoso desastre”, que fue el tema con el que le pedí matrimonio a Andrea, mi esposa. Yo estuve buscando la forma de pedirle matrimonio de una manera en la que realmente yo me sintiera cómodo y que representase lo importante que era para mí ese momento. Tras pensarlo mucho, me di cuenta de que la mejor forma era escribiéndole una canción. Fue una sorpresa para ella y esa canción es muy importante para nosotros como pareja.
Y la otra palabra es “Casa”. Esta es una canción que espero lanzar en algún momento. Es un tema hermoso y espero que forme parte de ese grupo de canciones donde se abre un poquito más el alma y se muestra esa faceta más sentida de mi música.
Tu mujer te daría el sí quiero, ¿no?
D.H.: Tres años y pico de casados [risas].
Sobre su concierto en Madrid: “Tenemos sorpresas e invitados especiales que van a hacer del show algo memorable”
Y algo que va a ser muy hermoso y para nada desastre es tu concierto del sábado en la sala Morocco. ¿Qué significa para ti tocar en Madrid?
D.H.: Yo siento que puede ser como un hermoso desastre, porque es un cúmulo de altibajos de mi vida, de experiencias que he plasmado en canciones. En el concierto, vamos a hacer un recorrido contando la historia de los temas que han sido importantes en mi vida y en mi carrera ¡Va a estar muy chévere! Es un concierto muy importante, porque es el primer concierto en Madrid cantando mis canciones. Es algo que me hace muchísima ilusión, porque tenemos sorpresas e invitados especiales que van a hacer del show algo memorable.
Un recorrido musical que abarca una década de trabajo, ¿qué balance haces de estos 10 años de carrera?
D.H.: Han sido diez años de aprendizaje infinito. Yo tuve la oportunidad de compartir escenario con artistas enormes en Venezuela como Juan Luis Guerra o Juan Gabriel y, estando aquí en España, me he dado la mano con artistas que admiro tanto como es el caso de Georgina. A ella ahora la puedo considerar amiga y eso es algo muy bonito que te regala la música.
Y lo que queda es seguir aprendiendo y desarrollándome, adaptándome también a España y a su manera de disfrutar la música, que es muy distinta a la de Venezuela. Parece mentira que siendo el mismo lenguaje, cambien tantas cosas a nivel estética, por ejemplo. Por eso, quiero aprender bastante sobre cultura musical y espero que España me abra las puertas para poder seguir cantándole.
Finalmente, con la experiencia de estos años, ¿qué le diría el Daniel Huen de hoy a aquél chiquillo que practicaba violonchelo en el instituto?
D.H.: Esa es una muy muy buena pregunta. No lo sé… Yo creo que le diría: “espérate un poquito”. Yo empecé a los 19 años a sacar oficialmente música y había mucha ingenuidad, pero también fue bonito. Yo creo que lo que le diría es: “prepárate bien porque viene fuerte, pero trata de seguir escribiendo con el alma porque eso te va a permitir vivir de lo que más amas”.
Daniel Huen reconoce que la perseverancia ha sido fundamental para forjar una carrera que ya suma una década de experiencia. Durante estos años, ha conocido la sensación de subirse a tocar a un escenario a tocar ante ante miles de personas, pero también lo difícil que es captar la atención de los transeúntes del centro de Madrid. Una experiencia, la de tocar en la calle, que le ha proporcionado “mucha fuerza, ímpetu y ganas”.
Las mismas ganas que tiene de subirse el próximo 24 de abril al escenario de la sala Morocco de Madrid para dar un concierto que he preparado con esmero y para el que no van a faltar sorpresas. ¿Te lo vas a perder?