Tras brindar por la vida y “los sueños que nos quedan“, el cantautor Diego Martín nos presenta Lo Que Vino Después, su último sencillo.
Una pieza moderna, con toques electrónicos, que el murciano describe como “una guerra entre la razón y el corazón”. Una cruda batalla en la que Martín se enfrenta al dolor que provoca dejar atrás a esa persona que ha formado parte de tu vida, desde la perspectiva de alguien que renace cual Ave Fénix en busca de una nueva vida alejada de ese sufrimiento.
“Lo Que Vino Después es una de las batallas más crueles que he librado conmigo mismo”, comenta Diego, con quien hemos hablado largo y tendido de esta canción e, incluso, de psicología.
¿Cómo estás?
Diego Martín (D.M.): Bien, aunque a nivel laboral con mucha incertidumbre. Seguimos igual que estábamos cuando nos vimos, pero bueno es verdad que, por lo menos, se están debatiendo las cosas y se está buscando una salida. Así que yo estoy trabajando, componiendo y esperando a que llegue el momento.
Has seguido trabajando como hemos comprobado con Lo que Vino Después, tu último sencillo. ¿Consideras que lo que viene después de una ruptura siempre es malo?
D.M.: Bueno no… Lo Que Vino Después es una cosa inevitable cuando tú has mantenido una relación y has querido a una persona. El otro día escuché o leí una frase que decía algo así como: “Aunque no hemos sido nada, a veces fuimos poesía”. Lo Que Vino Después es una cosa que tienes que pasar y yo describo cómo lo he pasado yo. Ya está, no hay más.
Aunque hablas de dolor, la canción tiene una melodía muy cañera y moderna, ¿has buscado intencionadamente ese contrapunto?
D.M.: Es una cosa que había pensado. ¿Sabes a qué lo achaco? A que cuando escribí la canción, ya había pasado ese proceso. Quizá si me hubiese puesto a escribirla al principio, igual hubiese sido a piano y voz o algo más denso como una balada. Sin embargo, aquí yo ya estaba bien y simplemente fue un recuerdo y algo que quería sacar de mí, y me ha salido de esta manera.
Te has refugiado en la música durante el confinamiento y has interactuado con tus fans en redes. Hace poco hiciste un ‘preguntas y respuestas’ por IG, en el que te preguntaron qué serías si no fueses cantante. Tú dijiste que psicólogo. Y yo te pregunto: ¿crees que para escribir canciones tienes que ser un poco psicólogo?
D.M.: Sí, debes de tener psicología. Al fin y al cabo, estás rodeado de muchísima gente y, en ese mar de personas, hay de todo. Unas veces, me las han dado por todos lados y otras me he equivocado yo. Así que, al final, vas haciendo un máster en psicología que no veas [risas].
“Cuando escribo una canción y me gusta, exploto de alegría”
¿La música puede tener también un punto terapéutico?
D.M.: Sí. Mira yo no sé si es que me pongo tan contento cuando ya lo he conseguido que, por ejemplo, cuando escribo una canción y me gusta, exploto de alegría. Así que no sé si eso es lo que te hace de terapia o no, pero el caso es que sí que te ayuda.
Te ayuda a ti y también a quien te escucha, ¿no crees?
D.M.: Sí, porque al final todos somos muy parecidos en cuanto a lo que a emoción se refiere. Lo que es, es lo que hay. Todos pasamos por lo mismo antes o después. Así que sí lo normal es que alguien se sienta identificado.
Llegados a este punto, te quería preguntar por los conciertos en la nueva normalidad. Tú ya sabes lo que es tocar en estas condiciones, ¿cómo lo estás viviendo?
D.M.: Pues mira, el primero que hice sí que lo viví con bastantes nervios, porque no sabía lo que me iba a encontrar. Es cierto que es un tanto extraño ver a toda la gente sentada y más cuando yo soy de los que mueve a todo el mundo. Así que fue un concierto algo tímido. Después, el siguiente sigue siendo igual de raro, pero bueno tú ya sabes lo que hay y cómo tienes que desenvolverte.
¿Sensación agridulce?
D.M.: A mí, particularmente, no me gusta. Ni me gusta ahora, ni me va a gustar. Lo tengo muy claro. Tampoco el formato streaming que, si hay que hacerlo se hace, pero no me gusta. Esperemos que cambien un poquito las cosas y a ver si vamos de menos a más porque si no es un poco frustrante, la verdad.
Sobre los conciertos: “Los números son los números y ahí están. No ha habido ni un solo contagio”
¿Tienes la sensación de que la música y la cultura son seguras en estos momentos?
D.M.: Sí, por supuesto. Es que ahí están los datos. Las palabras se las lleva el viento, pero los números son los números y ahí están. No ha habido ni un solo contagio. Hay gente que dice: “Es que no puedes decir eso…”. Y yo contesto: “Claro que lo puedo decir, porque no ha pasado”. Es más, si hubiese pasado, se sabría y, además, nos hubiesen puesto a parir, porque sin hacer nada no nos dejan movernos, pues imagínate… Así que claro que lo decimos: “No ha habido ni un solo contagio“.
¿Cómo valoras la salud de la música en estos momentos?
D.M.: Bueno… como ya he dicho en alguna ocasión, la música va a seguir existiendo siempre porque ha sobrevivido a guerras, pandemias, a gente a la que no le ha gustado la música, “al niño ponte a trabajar y deja la guitarra...”. La música ha superado absolutamente todo y lo va a seguir haciendo.
Además, la gente está más creativa que nunca y está sacando muchísimas cosas por internet o a través de las redes. Hay mogollón de ideas y formas de hacerlo, así que yo creo que está bien y fuerte.
Y en el caso particular de Diego Martín, ¿cómo está la salud de tu música?
D.M.: Yo estoy bien y en forma. Sigo componiendo y haciendo cositas. Intento estar preparado para cuando nos dejen hacer conciertos y mientras estoy viendo cómo hacer cositas en streaming, porque no queda más remedio. Tampoco puede estar uno todo el día escribiendo [risas]. Uno también tiene ganas de cantar y de hacer otras cosas. Así que lo estamos valorando. Y nada ahora está sonando Lo Que Vino Después y ya tenemos preparado el siguiente single.
“El disco se está conformando poquito a poco”
¿Vendrá disco próximamente?
D.M.: Pues eso queremos, lo que pasa es que a ver quién se atreve a decir lo que va a pasar la semana que viene [risas]. Entonces, el disco se está conformando poquito a poco y vamos a ver… La idea es que sí y nos gustaría sacarlo con alguna cosita especial, pero claro no sabemos cómo va a ir evolucionando todo esto.
Y entre esas cositas especiales, ¿habrá alguna colaboración?
D.M.: Pues… Estamos intentado hacer una, lo que pasa que bueno como cada uno tiene su historia y son dos partes… A ver si las circunstancias lo permiten. Yo estoy empeñado en hacerlo con una persona que me encanta y bueno vamos a ver…
Diego Martín confiesa que extraña los conciertos de antes, esos en los que levantaba al público a golpe de canción. Es consciente, como todos, de que para que eso vuelva a ocurrir aún falta un tiempo. Por eso, se muestra partidario a adaptarse a la nueva situación, aunque no sea de su total agrado.
Sobre lo que vendrá después, ¡¿quién sabe…?! Así que Diego únicamente espera que todo esto “se solucione esto pronto, que los niños puedan salir a jugar, que la gente pueda hacer su vida normal, que se puedan ver y abrazar, y que cada uno podamos realizarnos en nuestro campo”. Todo ello con la única finalidad de volver a “nuestra vida y ser libres”.
Ojalá los deseos del murciano se cumplan y todos salgamos bien de esta. De momento, solo nos queda abrazarnos a la música y esperar a que amaine el temporal.