Tenía apenas 10 años cuando una guitarra cae en las manos de Isma Romero y comienza a tocar sus primeros acordes. Lejos de quedarse en un juego, pocos años más tarde, el valenciano descubre en la música una nueva forma de expresión y encuentra, como él mismo dice, “su lugar en el mundo”.
Su grupo Piso 16 y los locales de Valencia le curtieron en los escenarios y le enseñaron a conocer la profesión “desde abajo”. Una experiencia que le dejó cicatriz y le dio las alas para trasladarse a Madrid en busca de una oportunidad, que se materializó en forma de dos discos Antes de que Esté Prohibido (2014) y Luminiscencia (2017).
En la actualidad, con muchos kilómetros a su espalda y un nuevo EP en el mercado [Cara a Cara (2019)], Isma Romero se pregunta De qué Trata la Vida, una cuestión a la que hemos intentado dar respuesta, sentándonos a charlar un ratito con él.
¿Qué encontró Isma Romero en la música y las canciones para querer dedicarse a ella?
Isma Romero (I.R.): Encontré una forma de evadirme y mi lugar en el mundo. Las canciones me hacían sentir bien, ser yo mismo y descubrí que podía expresarme de una forma diferente, decir cosas que realmente hablando no conseguía expresar. Eso es lo bonito que tienen las canciones y creo que fue eso lo que a mí más me llamó.
Comenzaste tu andadura musical con un grupo llamado Piso 16, ¿en qué momento y por qué decides lanzarte en solitario?
I.R.: Para empezar, en mi pueblo -Benetúser (Valencia)- no había mucha música, ni tenía la opción de juntarme con más músicos. Entonces, lo que hacía era ir con mi padre por los locales de alrededor buscando músicos. Así, conseguí formar un grupo y fue un modo empezar a tocar por garitos. De esa etapa, me llevo una experiencia maravillosa: la de conocer lo que es empezar desde abajo. Más tarde, decidí venirme a Madrid, porque en Valencia veía que no seguía avanzando y aquí comenzó todo.
Te defines como un “artista que hace canciones”, huyendo de las etiquetas, pero veo que en tu muñeca llevas tatuada la palabra Rock & Roll. Explícame qué significa para ti.
I.R.: El Rock & Roll para mí es una forma de vida. Es más, un canto de libertad que una etiqueta de música. No me gusta etiquetarme, porque pienso que hago canciones de todo tipo dentro del “pop-rock”. Considero que las etiquetas son un poco peligrosas, porque te encasillan en un sitio y ya es como si no pudieses salir de ahí. Por eso, prefiero verme como alguien que hace canciones y no tiene pretensión de nada.
Cuentas con dos discos en el mercado y un EP, Cara a Cara, solo disponible en formato físico. En tiempos de digital ¿por qué has apostado por este formato?
I.R.: Realmente, la idea que teníamos era sacar 6 canciones y darles a todas ellas la importancia que, igual en el disco, algunas no tendrían. Ya se sabe, al final sacas un disco y solo son visibles los singles. Entonces, nos propusimos hacer seis canciones como si fuesen seis singles y sacarlo en formato físico para que la gente también lo tuviera. No obstante, como hoy quizá todo tiene más importancia en digital, creímos que tener seis impactos durante el año ayudaba a dar más vida al disco.
Y a la hora de consumir música, ¿Isma Romero es más de físico o de digital?
I.R.: Pues la verdad es que ya no escucho discos físicos. Soy pro-discos, pero quizá … yo también me he sumado a la ola de escuchar una canción en Spotify, porque al final está todo como más a mano y es más rápido que ir a por el disco, abrirlo …
Adentrándonos en tu trabajo, Cicatriz ha sido tu primer sencillo y comentas que “esta canción habla de la capacidad de ver las cicatrices de tu vida como un regalo más de existir, tanto por lo bueno como por lo malo”. En este sentido, ¿Qué cicatriz/es ha dejado en ti la música?
I.R.: ¡Pues muchas! Sobre todo, son cicatrices de recuerdos que no voy a olvidar, porque al final forman parte de mi vida. Creo que como la música es mi vida, espero tener y seguir teniendo muchas cicatrices para acordarme de todos esos ‘Ismas‘ que he sido. Todo el mundo somos muchas personas en una vida y la cicatriz viene a ser eso: el final de una etapa, que da comienzo a otra en la que empiezas a ser otra persona diferente por todas las experiencias vividas.
Una de esas cicatrices que te ha regalado la música, supongo, ha sido la de grabar junto con Alfred García esta canción ¿Cómo surgió y por qué pensaste en él para esto?
I.R.: Surge de una forma natural, porque queríamos revestir un poco la canción. Sabía que a él le gustaba mucho e, incluso, la había escuchado antes de que la hiciésemos. Así que nada, fuimos al estudio, la cantamos y a raíz de ahí también ha surgido una amistad. Yo me he ido a tocar a muchos conciertos de su gira. Creo que las cosas guais son las que surgen de manera natural y cantar esta canción con Alfred la verdad es que me apetecía mucho.
Hablábamos de que la vida, al final, es ese conjunto de cicatrices que te va dejando, pero ¿De qué trata la vida? ¿Has conseguido encontrar la respuesta a esta pregunta?
I.R.: De Qué Trata la Vida, al final, es una pregunta que lanzo sin respuesta y que muchas veces nos la podemos hacer: “¿De qué trata todo esto?”. Al final, la canción es un canto a disfrutar el momento, porque no somos eternos, pero podemos vivir como si lo fuéramos. Yo creo que de eso trata la vida …
Y a veces, se nos olvida …
I.R.: Sí, a veces, se nos olvida que vamos a palmar todos. Creo que vivir sabiendo que todo tiene un final, te hace vivir como si fueses eterno porque vives a tope.
Al máximo imagino que disfrutarás de tu próximo concierto en Madrid el día 17 de octubre, en el que contarás con la compañía de Bely Basarte, Andrés Suárez, Alfred García y David Otero ¿Qué nos puedes contar de este directo?
I.R.: Nos vamos a encontrar el repertorio que repasa algunas canciones de mi primer y segundo disco y los temas del EP Cara a Cara. A parte, me he querido juntar con los amigos que han colaborado en este EP y, además, voy a invitar a varios músicos como un saxofonista, un violinista … Para hacerlo especial y a disfrutarlo a tope. Aunque, también te diré, que a mí me gusta verlo como un concierto más. Me gusta pensar que todos los conciertos son importantes, sean en la ciudad que sean.
Con la experiencia que dan los años y la vida, ¿Qué le diría el Isma Romero de hoy a aquel niño que empezó a componer sus primeras canciones con 15 años?
I.R.: Le diría que la paciencia es una gran virtud y el trabajo un gran caminante. Al final no hay que dejar de soñar, porque todo llega y … todo pasa.
Y para cerrar, ¿Qué es el éxito para Isma Romero?
I.R.: Pues el éxito es lo que tengo ahora. Es disfrutar de lo que hago y ser feliz teniendo como forma de vida hacer canciones. Creo que estoy haciendo las cosas de manera muy honesta en mi carrera, colaborando con la gente que quiero y puedo llegar a más público o menos … Todavía tengo 26 años y toda mi vida por delante.
Con un buen puñado de canciones con letras honestas, Isma Romero está consiguiendo dejar cicatriz en un mundo, el de la música, que comienza a abrirle sus puertas de par en par. Si el pasado sábado Barcelona se dejó conquistar sus temas en acústico, el próximo 17 de octubre la madrileña sala Galileo Galilei le brindará la oportunidad de presentarse frente al público de la mano de su banda y un puñado de buenos amigos como Andrés Suárez, Bely Basarte, Alfred García y David Otero (entradas AQUÍ). Y mientras su gira continúa a pleno rendimiento, el cantante nos confiesa que “su idea es no parar en mucho tiempo”. De ahí, su pensamiento de no dejar de escribir y publicar canciones cada dos o tres meses. Sobre si estas canciones algún día adoptarán forma de disco, solo nos ha contado que “no sacaré un álbum como concepto, sino uno a modo de recopilación de todo lo que vamos a hacer a partir de Cara a Cara“.
Texto y entrevista: María Sánchez