Tras casi tres años de ausencia y merecido descanso, el pasado 30 de noviembre el italiano Marco Mengoni publicó Atlantico, su quinto álbum de estudio. Un disco compuesto por 15 temas inéditos, que se lanzó al mercado italiano en cinco ediciones diferentes (“Atraverso La Gente“, “Filtro di Coscienza“, “Immersione Emotiva“, “Oceano Di Esperienza” y “Piano Unico“).
Hoy, mes y medio después, Marco Mengoni atraviesa el mar que separa Italia de España para presentarnos la versión en castellano de Atlantico. Este trabajo es el resultado de un largo viaje emprendido por Marco sin una ruta o destino concreto, pero buscando alejarse del ruido, el foco y con el objetivo de encontrar nuevas energías; un viaje en el sentido literal, pero también una manera de hacer introspección y mirar hacia dentro.
En Bemol Magazine, nos hemos propuesto sumergirnos en profundidades de este océano para desentrañar canción a canción los misterios e historias del nuevo disco del artista Nº1 del pop en Italia ¿Nos acompañáis?

Atlantico supone un viaje sonoro y emocional a través de las costas que baña el segundo océano más grande del mundo. Una travesía que comienza con Quiero (Voglio), un tema pop con tintes electrónicos y dance que suena, incluso, ‘retro u ochentero’ en ciertos momentos, pero en el que también confluyen beats de lo más actual. Una sinergia de ritmos que funciona y refuerza el espíritu de una letra que habla sobre la importancia de ser uno mismo en todo momento.
Con ‘la música alta’ y energía de la canción que abre el álbum, nos trasladamos a Berlín, no sin antes pasar por Glasgow (Reino Unido), ciudad natal de Tom Walker. Junto a este cantante y compositor escocés, Mengoni canta Hola (I say), una balada de esas que va in crescendo conforme avanzan los segundos. Es, a nuestro juicio, una de las grandes joyas del álbum, no solo por la buena sintonía de los artistas, sino por el trasfondo del tema. Marco realiza un paralelismo entre la experiencia de enfrentarse a un idioma desconocido y la vida en general. Muchas veces nos esforzamos, reflexionamos y pasamos horas intentando aprender algo (un idioma, por ejemplo) y, cuando creemos que lo hemos logrado, la cotidianidad (el dejar de practicar ese idioma) nos lleva a olvidar lo aprendido, generando esa frustración con nosotros mismos -barreras o ‘muro de Berlín’-, que nos impiden avanzar. “De qué ha servido estudiar español, si la única cosa que sé decir es hola, hola, eh, eh …”.
Con Buena Vida (Buona Vita), el cantautor italiano demuestra que es posible adaptarse a los nuevos tiempos, sin caer en las redes de lo convencional. Lejos de decantarse por un reggaeton comercial, pegadizo y banal; Mengoni despliega un arsenal de ritmos latinos que fusiona con guiños al flamenco y rasgueos de guitarra española. Una producción de Pablo Díaz-Reixa, “El Guincho” -productor de El Mal Querer de Rosalía-, que merece ser destacada.
Continuando con nuestra ruta, efectuamos parada en Estados Unidos, país natal de Muhammad Ali. La gran figura del boxeo se convierte en protagonista de una canción que versa sobre la capacidad del ser humano para hacer frente a los obstáculos que la vida le depara. La vida es un ring en la que unas veces se gana, otras se pierde…, pero “todos somos Muhammad Ali” y salimos a pelear.
Y del ‘Rey del Ring’, nos trasladamos a México para alojarnos en la Casa Azul de la pintora Frida Kahlo. Se trata de una canción que, a base de metáforas, homenajea a la artista mexicana. La vida de Frida estuvo marcada por el infortunio de contraer poliomelitis y por un grave accidente de juventud, que la mantuvo postrada en la cama durante largos periodos. A pesar de ello, la artista dejó un importante legado pictórico y se convirtió en símbolo del feminismo gracias a su manera de entender el arte. Una forma de vida, que enlaza a la perfección con la filosofía del tema anterior y cuya producción también es obra del Guincho.
El flow y el swag encuentran su máxima expresión en Pa’ Que Lo Tires (Mille Lire). La canción de las mil liras, que en la versión en castellano brillan por su ausencia, aboga por mantener intacta nuestra esencia, aunque ésta no se ajuste a las expectativas de los demás. Así, Marco Mengoni canta que “quizás no soy lo que esperabas”, por eso lo mejor es separar nuestros caminos y dejar de “tirar” -perder- nuestro tiempo. No obstante, “quiero que te vaya bien”.
Un ‘aquí te quedas, que yo me largo’, que nos conduce a un estado de paz que solo la instrumental de Intro Della Ragione es capaz de proporcionar. Una orquesta de cuerdas, que nos trasporta a la oscura y silenciosa noche Solo Ahora (La Regione del Mundo), dónde encontramos al Mengoni más reflexivo, ese que se pregunta acerca del sentido del mundo.
Y … la noche se hizo día y Portugal nos da la bienvenida. La cantante brasileña Vanessa Da Mata, el grupo Selton y Marco rinden tributo a la figura de la fadista portuguesa Amalia Rodrigues con Amalia, la joven de alma inquieta. A continuación, las Revoluciones (Rivolucioni) estallan gracias a la mezcla de esos ritmos que recuerda a bollywood con la producción del grupo inglés Rudimental.
Everest y Los Días de Mañana (I Giorni di Domani) muestran el lado más romántico del artista italiano y constituyen la antesala perfecta para continuar el viaje A Través del Atlántico (Atlantico). Ya sea “en coche o en tren sin frenos”, el de Ronciglione advierte de que “nos basta el amor, para arrancar el motor” y comenzar una aventura que culminará de la mano de Dos Locos (Dialogo Tra Due Pazzi), el último tema del disco. Empleando ritmos africanos, Mengoni mantiene una especie de diálogo interior con el objetivo de indagar en su más pura esencia.
“He querido seguir mi instinto, cuidar de mí y de las personas que lo necesitaban. En este paréntesis de mi vida he viajado, observado vivido y sentido emociones diferentes”, confiesa. El resultado de todas esas vivencias es un álbum ecléctico, de fuertes contrastes y marcado carácter internacional, que desprende optimismo y vitalidad en cada nota.
Siente, déjate llevar y sumérgete en las profundidades del océano ATLANTICO de Marco Mengoni. Disponible ya en formato físico y en todas las plataformas digitales.
Texto: María Sánchez