Desde Palma del Río (Córdoba), un pequeño de diez añitos se presentó y representó a España en Eurojunior 2005 con una canción dedicada a su abuela, Te traigo flores. Sin embargo, los años pasaron y la música y él entraron en conflicto. Dejaron de entenderse, hasta que en 2015, su amor por ella fue más fuerte y se vio obligado a firmar la reconciliación en La Voz (Telecinco).
Desde entonces, Antonio José no ha parado de subirse a los escenarios, demostrando que el arte le corre por las venas y que sobre las tablas se desenvuelve a las mil maravillas. En la actualidad, se encuentra inmerso en su Gira A Un Milímetro de Ti, gracias a la cual ciudades como Valladolid, Zaragoza y Murcia ya han vibrado al compás de este cordobés y su banda. El miércoles le tocó el turno a Madrid y lo hizo con doblete y sold out en el Circo Price.
Este histórico recinto, sobre las 18:45 horas, comenzó a llenarse de sus fans -con un organización destacablemente buena-. Sobre las 21:00 horas todo el mundo estaba preparado. Tal era el ansia de que comenzara el espectáculo, que en apagón de las luces el público se volvió loco. Pero … Falsa alarma. Aún quedaban unos minutos -interminables- para que Antonio José apareciera sobre escena.
Hay un Mundo abrió el espectáculo. Los aplausos y el baile le dieron la bienvenida. Sin duda, el concierto empezaba fuerte. Y es que, hasta el propio cantante, acabó la canción girando sobre sí mismo como si bailara bajo la lluvia. Este poderoso momento dio paso a otro mejor. Somos comenzó a sonar, mientras Antonio José decía: “Madre mía Madrid, que ganas tenía de enredarme contigo”.
La canción que da nombre a la gira, A un Milímetro de Ti, fue la siguiente junto con Contigo. “Ni en mis mejores sueños me imaginaba que iba a estar dos noches enredado contigo. Le doy gracias a la vida y a la música”, comentó el de Córdoba antes de prometer dejarse el alma y el corazón aquella noche.
De repente, comenzó a sonar una canción que no pertenece a su discografía. Se trataba de Y ahora de Manuel Carrasco, quien de sopetón apareció sobre el escenario para acompañarlo. Se trataba de una de las sorpresas de la noche, que dejo a los presentes completamente aturdidos de la emoción. Sencillamente fue un momento brutal.
Aún nos estábamos recomponiendo de la euforia anterior, cuando Antonio José se sentó al piano y comenzó a interpretar Tengo una Vida y Sólo Una Noche. La magia del momento, la rompió un micrófono averiado que tuvo que ser sustituido en mitad del tema. A pesar de los percances, el joven salió airoso y no se olvidó de Vivir o morir.
“Puede que no se me note, pero por dentro soy un hervidero de nervios” confesaba justo antes de vivir una de las anécdotas graciosas de la noche. “Tengo mil historias que contar” explicaba, cuando una chica del público grito con todas sus fuerzas “cuéntamelas todas”. Ante tal ocurrencia y la potencia de esta proposición todo el mundo comenzó a reírse, incluido el cantante, que en un derroche de arte andaluz respondió con un “Gracias hija”.
Por Fin te Encontré y Me haces falta sonaron justo antes de que la banda -uno a uno- comenzara a marcharse. Karlos Abril (guitarra), Pedro Corral (batería), Rubén Alcázar (bajo), Raúl Gama (piano) y David Sánchez (guitarra) fueron abandonando la escena, al tiempo que Antonio José cambiaba su atuendo negro por una americana azul eléctrico, camisa blanca y zapatos.
Con Tu boca asistimos a uno de los momentos más mágicos y emocionantes de la noche. Antonio José se quitó el micrófono y el público enmudeció. Los gritos se tornaron en silencio y la voz desnuda del cantante nos acarició el corazón. Por instantes, nos sentimos a un milímetro de ti, A.J.
Y del momento íntimo, pasamos de nuevo a la euforia de la mano de Ódiame. Por la forma de presentar el tema, pronto supimos que se avecinaba nueva sorpresa. Y efectivamente la hubo. Alejandro Sanz, apostaban algunos, quienes se vieron obligados a cambiar de pronóstico, cuando el de Palma del Río dijo que su invitado era colombiano. Se trataba de Nabález, quien ha lanzado recientemente La Correcta junto a Morat y es autor de El Remedio de Ana Guerra (Operación Triunfo 2017). “Quedense con su cara, va a ser muy grande” , le despidió Antonio José. Y nosotras os decimos que os quedéis con su nombre porque pronto lo veréis por Bemol Magazine.
“Enciéndeme las luces que quiero ver las caras” pidió a los técnicos de iluminación. Y es que en Me he enamorado, el cantante se bajó del escenario y se fundió literalmente con el público. En un acto de cercanía, Antonio José se desplazó entre los fans de la platea, quienes no dudaron en tocarlo, hacerse fotos con él y hasta besarlo.
El final corrió a cargo de Tú me obligaste -con un comienzo a guitarra peculiar-, Aquí Estoy Yo, Tengo un Corazón y Respirar de Ti. Sin embargo, estaba claro que faltaba el tradicional ‘me voy pero no’ de todos los conciertos. Aunque el de Antonio José pareció tan real, que hubo quien confundió el bis con el cierre y se marchó. Una pena … Pues, se perdió la vuelta del artista al escenario para interpretar una bella versión de De Qué Manera.
Esto fue solo la primera noche en Madrid, aún quedaba otra más y todavía mucha gira y lugares que recorrer. Media España falta por estar a un milímetro de él y las fechas de los próximos conciertos puedes consultarlas aquí.
Texto: Hada Casado Blázquez
Fotografía: María Sánchez