Anoche caminamos juntos en una misma dirección,Vanesa Martín, porque sobre el escenario del WiZink Center (Madrid) fuiste quien quisiste ser y yo … Yo fui más yo que nunca, cuando escuché tu voz, te sudé, me arrancaste la piel a tiras y removiste mis entrañas con ese talento, saber estar, esa forma de interpretar y sentir cada uno de los versos de tus canciones.
Demostraste que, aunque hace unos meses quisieron robarte el sueño de tocar en la Capital, no hay nada -ni nadie- que te pueda retener porque tenías mucho que decir. Fuera del ruedo, sí; pero dentro de un palacio abarrotado de almas, a las que anoche les ganó la intención de jugar a parar el tiempo a tu lado.
Saliste enérgica, con esa sonrisa -a ratos picarona-, que invita a ser tu cómplice durante todo este baile de caricias, pellizcos y abrazos que es Munay en vivo. Te atreviste con las seis cuerdas de la acústica, sacaste tu lado más guerrero con la eléctrica y tus dedos se fundieron con sutileza y elegancia cuando llegó el momento íntimo a golpe de piano y voz ¡Ey! Yo me Pido Vida para escucharte así una y mil veces más.
Anoche Descubrí el amor por la música más pura, la que sale de lo más profundo del corazón y te atrapa cual enredadera para no soltarte nunca. Porque este amor hacia tus letras y melodías, no se explica, simplemente se siente; no es cosa de oído, sino más bien “cuestión de piel“. Y es que, Vanesa Martín, “hay quien es capaz. No lo llames magia. Yo no sé qué es”.
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Ante la atenta mirada de miles de personas y de Eric Rosse, ese productor que le ha dado alas a Munay y al Terral de Alborán, provocaste que Madrid se enterase de lo que son tres meses de forzada espera, para ofrecer un directo de esos que no se olvidan. Una única fecha en esta ciudad, que lleva 14 años siendo tu hogar, escogida para quedar marcada en el calendario. Siempre recordaremos ese Porque Queramos Vernos en castellano y portugués que junto a Matias Damásio nos cautivó ¡Y qué decir de Ya a dúo con Pastora Soler! ¡Canelita en rama, señores! Emoción, complicidad y dos pedazo de mujeres que brillaron con luz propia.
Y así, Sin Saber Por Qué, los minutos pasaron y la velada llegaba a su culmen. “¡Qué rápido se me ha pasado, Madrid!”, unas palabras que supusieron un duro golpe de realidad y que nos hicieron tomar conciencia de que el bis arrancaba la cuenta atrás para el punto y final. Con nuevo atuendo y muy bien acompañada, nos trasladaste por algunos instantes a México de la mano de esas versiones ranchera de No Te Pude Retener y Porque Queramos Vernos. Sin embargo, el viaje no acabó aquí. En cuestión de segundos nos mudamos a Argentina “intentando descifrar ese código letal que son tus ojos pá mi”. Solo te puedo decir “enhorabuena, ay enhorabuena” por desgarrar el alma así. Con estos temas como preludio, emprendimos rumbo a un fin de fiesta que, como era de esperar, apostó por la Complicidad.
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Hoy seguramente las calles de Madrid hablarán de ti, de Munay y de esa noche fría, que supiste caldear gracias a tu manera única de pisar el escenario. Te garantizo que anoche nadie salió Inmune a Vanesa Martín. Anoche no nos perdimos quién fuiste, simplemente nos dejamos llevar y sin amarres fuimos cómplices de tu magia.

Texto: María Sánchez
Fotografías: cedidas en su mayoría por @VanesaMartinMur